Lluvia

Y entonces comenzó a llover. Como si el agua pudiera borrar todo lo ocurrido, como si las nubes y el clima se hubieran confabulado para dejar escapar del cielo lo que ya no necesitaban y, de esa forma, ayudar a que otras personas empezaran de nuevo. Limpiando sus malos recuerdos con la fuerza de unas gotas que, aunque parecían tener el poder de arrasarlo todo, tan solo lo renovaban, sin llegar a destruir nada.
Como la vida hace a veces con uno mismo. Sólo que cuando es la vida quien lo hace es difícil distinguir un tsunami de una fuerte tormenta. Una pista: si puedes levantarte sólo fue una tormenta. O quizás seas más fuerte que un tsunami.


Comentarios